sábado, 7 de mayo de 2011

Paso Cristo de la Carretería 2.010



Revirá del paso de Cristo de la Salud de la Hdad. de la Carretería en la calle Toneleros con Antonia Díaz con la marcha A los Pies de Tú Santa Cruz.

viernes, 6 de mayo de 2011

El Cristo de las Penas de la Estrella en el Baratillo 2.011




Aquí os dejo el saludo del paso del Cristo de las Penas de la Hermandad de la Estrella en el Baratillo para que podáis disfrutar de la conjunción del andar de una cuadrilla magnífica con la Banda de la Presentación al Pueblo de Dos Hermanas. El Refugio de una Madre, Una Vida de Esperanza y A la Triana Costalera son las marchas que suenan.
Desde aquí agradecer a todas las personas que hacen posible que disfrute cada Domingo de Ramos con "mi Cristo de Triana" y con "mi Banda".
Agradecer también a elcostal.net y a mi amigo Nacho Baratillero autores de la grabación.

martes, 3 de mayo de 2011

Herencia Baratillera


El año pasado no pudo ser pero este si lo fué. Atrás quedó el Miércoles Santo de 2.010 en el que, con tan sólo 10 meses, la túnica "azul baratillo" con botonadura blanca, se quedó colgada en la percha debido a una fiebre, quedándose también la ilusión del padre de ver a su niña con la túnica de su Hermandad.
Tras un año largo y difícil, la niña ha seguido creciendo y la ilusión del padre aún mas si cabe. Ya de su boca sale la palabra "Batillo" y le ha dado los primeros besos en sus manos a la Caridad, a la Piedad y al Cristo "momio" de la Misericordia.
El pasado Miércoles Santo salí temprano de la Calle Real de la Carretería, dispuesto a encontrarme con mis hermanos y amigos de la cuadrilla de la Piedad, pero este año los nervios eran diferente. Una vez Julián repartió los relevos y nos dió las respectivas ordenes, me apresuré para hacerme la ropa pensando en el momento de verla a ella, tan chica, con la túnica de su padre.
Me metí después de la salida hasta la revirá de Reyes Católicos dónde tenía el primer relevo. Salí corriendo en contracorriente a los nazarenos para darme al encuentro en Pastor y Landero. Y allí me la encontré delante del estanco. No supe como reaccionar, bueno sí, mi reacción fueron unos ojos lagrimosos y una sonrisa de verla, acordándome como antaño de cuando mi padre me llevaba en la Cofradía de su mano. La cogí en los brazos y en ese momento me la quise comer. Mereció la pena esperar casi dos años. Que el bendito Cristo de la Misericordia y sus Madres de la Piedad y Caridad te den salud para que crezca tú corazón Baratillero y sigas con la Herencia Baratillera.