martes, 3 de mayo de 2011

Herencia Baratillera


El año pasado no pudo ser pero este si lo fué. Atrás quedó el Miércoles Santo de 2.010 en el que, con tan sólo 10 meses, la túnica "azul baratillo" con botonadura blanca, se quedó colgada en la percha debido a una fiebre, quedándose también la ilusión del padre de ver a su niña con la túnica de su Hermandad.
Tras un año largo y difícil, la niña ha seguido creciendo y la ilusión del padre aún mas si cabe. Ya de su boca sale la palabra "Batillo" y le ha dado los primeros besos en sus manos a la Caridad, a la Piedad y al Cristo "momio" de la Misericordia.
El pasado Miércoles Santo salí temprano de la Calle Real de la Carretería, dispuesto a encontrarme con mis hermanos y amigos de la cuadrilla de la Piedad, pero este año los nervios eran diferente. Una vez Julián repartió los relevos y nos dió las respectivas ordenes, me apresuré para hacerme la ropa pensando en el momento de verla a ella, tan chica, con la túnica de su padre.
Me metí después de la salida hasta la revirá de Reyes Católicos dónde tenía el primer relevo. Salí corriendo en contracorriente a los nazarenos para darme al encuentro en Pastor y Landero. Y allí me la encontré delante del estanco. No supe como reaccionar, bueno sí, mi reacción fueron unos ojos lagrimosos y una sonrisa de verla, acordándome como antaño de cuando mi padre me llevaba en la Cofradía de su mano. La cogí en los brazos y en ese momento me la quise comer. Mereció la pena esperar casi dos años. Que el bendito Cristo de la Misericordia y sus Madres de la Piedad y Caridad te den salud para que crezca tú corazón Baratillero y sigas con la Herencia Baratillera.

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